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El chamanismo es uno de los intentos con más antigüedad que tenía como misión el control del mundo. Su principio dice que el cosmos está guiado por una fuerza que no somos capaces de percibir, una fuerza invisible y el chamanismo pretende influir en esta fuerza a través de rituales. Podemos decir que los primeros indicios de chamanismo los encontramos en las cuevas primitivas Neandertales en el Asia Central.
La palabra chamán viene de los indígenas siberianos y significa «el que sabe.» Dentro de la filosofía New Age, se llama Chamán a aquellos líderes espirituales de las antiguas culturas. El chamanismo es la primera creencia en la historia que adoptó la idea de que existía un alma humana que estaba muy ligada a su entorno. El chamanismo es una creencia animista en el que se cree en la energía, en espíritus y divinidades. Los espíritus pueden estar en una infinidad de lugares, como son los ríos, los árboles y las montañas, en cualquier sitio de la naturaleza.
Los chamanes actúan como intermediarios de la tribu entre la vida y el espíritu, para ello el chamán tiene que alcanzar el denominado éxtasis chamanístico mediante todo tipo de sustancias estimulantes e inducido a través de tambores, danza y cánticos. El chamán se introduce de esta forma dentro del mundo espiritual, pudiendo obtener información sobre enfermedades, catástrofes, comulgar con los antepasados, etc., así como poder realizar prácticas mágicas y adivinación. Los chamanes también leen el futuro en los sueños, por ello le dan mucha importancia a todas esas visiones que tienen mientras duermen.
En las tribus los chamanes nacen con vocación y suelen ser hijos e hijas de los chamanes. El poder de los chamanes en la tribu es enorme y trabaja de forma común con los ancianos sobre todo tipo de aspectos de la vida.
