A nuestro alrededor hay mucha gente que desprende energía negativa, gente conocida, amigos, incluso familiares, que sin saberlo se han convertido en tóxicos, ya que no sólo son negativos y todo les sale mal, sino que además hacen que los que están con ellos acaben teniendo pensamientos negativos y malas vibraciones. La gente tóxica es aquella que siempre está triste y deprimido y que además, es un pesimista de cuidado. Además, la gente tóxica no es sólo exigente con ella misma, sino que también lo es con la gente que le rodea.
Una de las peores cosas de la gente tóxica, es que suele envenenar a las personas que le rodean. Al pensar siempre que todo saldrá mal y ser tan repetitivo con sus pensamientos, la gente de su alrededor suele contagiarse, y empezar a tener ese mismo modo de vida triste y cruel. La gente tóxica no sabe ver el vaso medio lleno, este tipo de gente cree que si algo puede ir mal, seguro que irá mal. Pueden ser personas con éxito o personas muy válidas en sus campos profesionales, sin embargo, su autocrítica les sirve como excusa para no avanzar y no escalar posiciones dentro de su empresa.
Otra de las características de la gente tóxica, es que suelen crear mucha dependencia. Suelen buscar a gente que tenga el autoestima por los suelos para poco a poco, robarles su identidad y hacerles suyas. Suelen imponer su forma de vida, y si son optimistas, les arrebata el optimismo sin problemas.
Por lo normal, las personas tóxicas no saben que lo son, piensan que son realistas y que tienen el poder absoluto. Si no quieres acabar con pensamientos autodestructivos que te hagan daño y que te llenen de infelicidad, lo mejor que puedes hacer es alejarte de la gente tóxica.