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Cuando el Ch’i, que es la energía universal que fluye libremente, circula en línea recta con rapidez en nuestro hogar, cuando se topa con esquinas o ángulos acaba por convertirse en sha, que es la energía negativa, que es nociva y que tiene efectos muy adversos sobre la felicidad de los habitantes de esa casa, además de alejar la buena fortuna de aquellos que viven en ella. Para que desaparezca esta energía negativa es necesario naturalizar todos los espacios de nuestro hogar.
En una casa, la energía también puede crearse si hay dos ventanas una frente la otra, ángulos que se encuentran en un pasillo central, entre dos puertas, etc. Una forma de hacer que estas vibraciones negativas desaparezcan, es desviándola tal y como nos indica el Feng Shui, la podemos desviar con espejos, con verjas altas, con cortinas, plantas y otros elementos capaces de desviar el sha desviando su dirección recta. Podemos decir de forma resumida que una energía puede ser positiva o negativa dependiendo la forma en la que circule por nuestro hogar y la capacidad que tengamos para ayudarle a desviar su trayectoria y movimiento.
Un ejemplo de infraestructuras que generan sha se encuentra en la vía de los trenes que son rectas y circulan en gran rapidez, encontrándose muchas veces con ángulos. También podemos encontrar tendidos eléctricos, autopistas, carreteras, cañadas, etc. todas ellas pueden ser generadoras de energía negativa.
Si hace tiempo que te preguntas si en tu hogar habéis sido víctimas de un mal de ojo, puede que os estéis enfrentando al sha, a la energía negativa de la circulación de la en tu hogar, si quieres solucionarlo sólo tienes que hacer las modificaciones correspondientes en tu hogar, dejando que la energía se acabe convirtiendo otra vez en energía positiva que deje atrás la mala suerte y atraiga fortuna.
