El Ónix es una piedra mágica que se conoce por sus cualidades protectoras. La piedra de ónix es de un color negro, muy profundo. Existen Ónix de otros colores, aunque cada uno de ellos tienen consigo diferentes significados. Durante la antigüedad el Ónix fue usado para la fabricación de sellos, broches y otro tipo de joyas con símbolos zodiacales que eran considerados talismanes. En la vieja Inglaterra su uso era sobre todo considerado para proteger a sus portadores de los malos espíritus, algo que les hizo ganar relevancia poco a poco.
Hoy en día las propiedades del ónix no son tan diferentes a las de antaño. Esta piedra puede atraer de una forma mágica las vibraciones negativas, que una vez dentro de la piedra desaparecen, permitiendo a quién la lleve no tener que padecer por este tipo de inconvenientes. Estas vibraciones negativas pueden presentarse de la forma más variopinta, Por ejemplo, una persona que es perseguida por las envidias y los celos de los otros, podrá estar tranquilo si lleva consigo una piedra de Ónix ya que ésta se encargará de diluirlas en un santiamén.
Pero la protección no es el único uso que se le puede dar a una piedra de Ónix. El Ónix también puede ofrecer confianza y seguridad a una persona que normalmente se sienta insegura. Si tienes baja autoestima o crees que eres patoso o gafe, una piedra de Ónix puede ser la solución a tu falta de amor propio.
Al ser capaz de ahuyentar las malas vibraciones, puede convertir los sentimientos negativos de los demás en positivos, algo que también es bueno a nivel de relaciones personales de aquél que lleve consigo una piedra de Ónix.
La piedra de Ónix también se usa para terapias que tengan como fin proporcionar paz y tranquilidad a una persona con múltiples problemas.