La amatista es una piedra muy bonita, una variedad de cuarzo de un intenso color violeta. Esta piedra crece entre las cavidades de las rocas volcánicas y es muy popular entre los esotéricos ya que es una piedra de excelente calidad y con un montón de propiedades beneficiosas para el ser humano. La amatista puede tener un color más o menos intenso dependiendo del nivel de óxido de hierro que contribuya a su composición. Son muy usadas en joyería y puede llegar a estar al mismo nivel de piedras preciosas tales como los diamantes, los rubís, los zafiros y las esmeraldas.
Según la mitología griega, el nombre de Amatista proviene de una leyenda en la cuál la diosa Artemisa quién convirtió en roca a una mujer llamada Amethystos que pretendía permanecer casta pese a los constantes piropos del Dios Dionisio. Dionisio avergonzado, tiró vino sobre la roca en signo de disculpa, convirtiéndola en una roca púrpura acristalada: la amatista.
Desde tiempos remotos, la amatista se ha usado para crear joyas, sellos y tayas. Además, la amatista simboliza la sabiduría divina. Pero es que además, la amatista tiene propiedades curativas muy usadas, ya que ayuda a abrir a la gente espiritualmente, por lo que suele ser muy usada en problemas emocionales. Esta piedra suele ser imprescindible para todas aquellas personas que trabajan en tema de curación o de limpieza de aura.
También es capaz de liberar los bloqueos mentales y abrir nuestra mente a nuevas ideas o perspectivas. También facilita el poder tomar decisiones o purificar el alma. Es muy útil en personas que padecen, por ejemplo, depresión. Puede calmar y purificar a quienes la portan.
Por último, cabe destacar las propiedades protectoras de la amatista, que además de ayudar a elevar la consciencia, ayuda a que las malas vibraciones y espíritus se mantenga bien lejos.