La grafología es uno de los métodos que nos permite saber cómo es una persona. La idea de que hay conexión entre la forma de escribir y la forma de ser, tiene su origen en la legendaria china, sin embargo, sólo hace poco más de 100 años que está considerada como ciencia. En el s. IV a.C. en China se analizaba la caligrafía para conocer la personalidad de las personas. Aristóteles no fue menos, y también se interesó por ella, más tarde lo hicieron los monjes en la Edad Media.
El primer tratado en el que aparece la grafología es en el de Camilo Baldo el año 1622, también profesor de medicina teórica en la Universidad de Bolonia, desde entonces, el desarrollo de la grafología ha sido del todo imparable hasta llegar a nuestros días, en los que la grafología ha recorrido un camino muy largo.
Una de las cuestiones que se analizan en la grafología, son los márgenes de un escrito, dependiendo lo grande que sea este margen la persona será más o menos abierta. También se analiza el tamaño de la letra con la que se escribe, cuanto más grande, más extrovertida será la persona.
Otro tema a tener en cuenta en la grafología, es la inclinación de la letra, una inclinación hacia la derecha indicará una persona muy sociable y emotiva, mientras que si esta inclinación es hacia la izquierda, será al contrario.
Las letras reflejas también definen muy bien la personalidad de la persona que las escribe, entre estas letras esta la «i» y la «t».
Otro tema a tratar en la grafología es la firma, dependiendo como sea el trazo de la firma, definirá unos rasgos de carácter u otros.
En resumen, podemos decir que la grafología es una forma muy intuitiva de conocer cómo eres.