Los niños Capricornio demuestran una gran fuerza de voluntad desde que son muy pequeños, eso los hace también tremendamente autónomos e independientes, algo que les permite no querer acatar las órdenes y consejos de los demás, creando a veces problemas de autoridad. A los niños Capricornio les cuesta mucho ceder en sus cosas, algo que puede llevar a los padres por el camino de la amargura, sin embargo, si el padre tiene paciencia e iniciativa va a acabar teniendo un hijo con gran facilidad para el emprendimiento y la iniciativa.
Para educar a un niño Capricornio hay que poner especial atención en su manía por estar solos, los niños Capricornio prefieren pasa el tiempo en su habitación haciendo cosas que les parece interesante a ellos mismos, que jugando con los demás niños. Además, los niños Capricornio maduran de una forma muy rápida, casi sin darte cuenta verás como tu hijo empieza a hacer cosas y tener preocupaciones de adulto, algo dado a su gran madurez precoz.
Otra de las cualidades de un niño Capricornio es su manía por el orden. A estos niños no les gusta nada no encontrar las cosas donde las han dejado y siempre mantendrán limpia y aseada su habitación. Los Capricornio son los típicos niños que nunca rompen sus juguetes y que son tan responsables que antes de jugar, siempre harán sus deberes, algo que les convierten además en muy buenos estudiantes.
En el colegio destacarán justamente por sus notas altas y por prestar atención siempre a la profesora, algo que no siempre ocurre con los demás niños. Esta facilidad por aprender es algo que le caracterizará, por lo que una buena forma de educar a un niño Capricornio es ofreciéndole todos los recursos que necesite para aprender y desarrollar sus facultades.
Si tienes un niño Capricornio no cabe duda: te ha tocado un tesoro.